El entrenador confía en que el directorio optará por su continuidad en la banca.
Jorge García estaba acostumbrado a "apagar incendios" en Everton. Asumió brevemente la dirección técnica en los años 2001 y 2003 ante la abrupta salida de los entrenadores de turno y a fines de agosto hizo lo mismo para reemplazar a Marcelo Espina. Cumplió el único objetivo que se le pidió (salvar al equipo del descenso) y, por eso, hoy está dispuesto para seguir al mando del plantel de honor de los viñamarinos.
Estuvo menos de tres meses a la cabeza, logró un rendimiento aceptable y asegura que con más tiempo de trabajo, incluso se habría clasificado a los play-offs. En su voz se nota que la idea de liderar un proyecto le seduce más que nunca. Tal vez eso lo motiva a reconocer sin complejos que desea ser el entrenador del Everton 2007.
Ni siquiera la desastrosa goleada con que el cuadro de la Ciudad Jardín se despidió del torneo de Clausura (1-5 ante la Universidad de Concepción) opaca el positivo análisis que "Chicho" hace de su paso por la banca viñamarina. "Fue más que positivo, por la simple razón de que había encontrado un equipo súper desmotivado, que aparte de los problemas futbolísticos sufría en la parte económica, porque los sueldos no se estaban pagando en su totalidad. Había problemas motivacionales, sicológicos, que muchas veces nos desconcentraban. Contra todo eso nos planteamos el objetivo de no descender y tampoco caer en la liguilla de promoción, y lo logramos", señala el DT.
-Parece una costumbre que lo llamen para "apagar incendios".
"Ya me han mandado dos veces a este mismo problema. Gracias a Dios lo hemos logrado, trabajando individualmente y luego por bloques y zonas hasta conformar el equipo. Ahora hubo poco tiempo para trabajar, pero igual conseguimos los resultados exigidos. Eso se debe exclusivamente a que me encontré con un grupo súper dispuesto a trabajar, muy dócil en la parte táctica y con jugadores profesionales que querían sacar esto adelante".
-¿Influyó el hecho de ser un entrenador proveniente de las divisiones inferiores?
"No creo que tanto. Más que venir de cadetes, hay una cosa de credibilidad. Cuando el que está al frente te cree lo que le dices, y las cosas resultan, obviamente que todo el ambiente mejora. Pero insisto en que esto nació de una buena actitud del plantel".
-Pero no todo fue positivo. Alguna autocrítica debe existir.
"Fuimos logrando metas y sumando confianza tanto individualmente y como equipo. Teníamos una buena línea de juego, cumplimos con la meta de no descender y nos quedó la posibilidad de seguir en competencia. Eso es lo negativo, haber perdido 5-1 en la última fecha y quedar fuera. Por juego y capacidad, podríamos perfectamente estar en los play-offs, pero enredamos puntos con Palestino, perdimos con la Universidad Católica en los últimos minutos, ese tipo de cosas nos complicaron".-Alcanzaron a ilusionarse, entonces."Sí, basados en el alza del juego y en la confianza del equipo, que iba creciendo partido a partido".
-¿Faltó tiempo?
"Queda esa sensación, no sólo a mí sino a todo el plantel. Quedamos con gusto a poco".
-Considerando esa misma sensación, ¿desea continuar el próximo año?
"Es que no veo por qué podrían dudar los dirigentes. Yo quiero seguir, ya he estado en situaciones complicadas y se han logrado resultados, entonces la lógica sería que yo siguiera, con mayores recursos, y así debiera mejorar el asunto. Mi cuerpo técnico y yo estamos ilusionados, soñamos con dirigir el próximo año a un plantel en condiciones normales, poder elegir a los jugadores y trabajar como todo equipo normal lo hace".
Confianza en la Sociedad Anónima
La nueva realidad de Everton como Sociedad Anónima Deportiva es vista con buenos ojos por Jorge García, quien considera que la llegada de grandes inversionistas provocará que los penurias económicas sean cosa del pasado. "Sería lo ideal porque mientras mejores condiciones tengan los jugadores para trabajar, mejores resultados se pueden obtener", señaló el director técnico.
El estratega recuerda que cuando le tocó asumir el cargo, los problemas financieros eran comunes en la institución oro y cielo. "Es conocido públicamente que había dificultades en el pago de los sueldos, no se firmaban las planillas y eso muchas veces genera conflictos en la planificación de la semana y en el estado de ánimo de los futbolistas. Pero acá los jugadores fueron profesionales y concientes, se dedicaron a jugar y demostrar sus capacidades para ayudar al club", concluyó.
La campaña de Jorge García
PJ PG PE PP GF GC Rendimiento
11 4 4 3 17 16 48,48%